Desc: Un guiño de ojo: Dirigida por Winston Jones. Con Jonathan Kidd, Doris Dowling, Barbara Turner, Irene Seidner. El químico apacible Alvin Atterbury se irrita ante las constantes críticas de su jefe en una fábrica de perfumes. En respuesta a ser retirado de un experimento importante, Atterbury comienza a pasar más tiempo con su atractiva compañera de trabajo Myrna Duchane. En casa, Atterbury soporta constantes molestias por parte de su esposa, quien comienza a temer que su esposo esté planeando huir a México con Myrna. La vecina de los Atterbury, la anciana señora Lazlo, se preocupa cuando oye a la pareja discutir, interrumpida una noche por un grito inexplicable. Poco después, la señora Lazlo se da cuenta de que la señora Atterbury ha desaparecido. Sin que Atterbury lo sepa, su esposa ha alquilado su habitación libre a una joven estudiante de derecho, Judy Carlton, quien aparece en la casa preparada para mudarse. Cuando Atterbury inicialmente se niega a permitirle entrar, Judy, frustrada, busca la ayuda del sheriff Cantrick y Atterbury le da acceso a la habitación de mala gana. Perpleja por el comportamiento reservado de Atterbury, Judy pronto se da cuenta de las visitas nocturnas del químico al sótano, seguidas de sonidos extraños. Al ver a Atterbury colocando paquetes extraños del sótano en el congelador, Judy decide investigar. En el sótano, Judy se horroriza al descubrir lo que parecen ser partes de un cuerpo, pero antes de que pueda informar sus hallazgos, escucha a Atterbury regresar con Myrna. Petrificada, Judy grita, atrayendo la atención de la señora Lazlo, quien llama a Cantrick. Durante el interrogatorio del sheriff, Atterbury explica que él y Myrna han estado trabajando en su propio experimento para desarrollar un perfume de almizcle, utilizando los restos de un animal de la selva sudamericana, y están planeando vender la fórmula a un fabricante mexicano rival. Justo después de terminar su relato, la señora Atterbury regresa y ella y su marido admiten que ella es alcohólica y acaba de pasar unos días en un sanatorio para una cura de descanso. Unos días más tarde, la señora Lazlo llama y se entera de que la señora Atterbury está nuevamente fuera de la ciudad. Después de su partida, Atterbury regresa al sótano donde comienza a desmembrar un objeto misterioso..